Octubre 31, 2015
Durante el otoño y el invierno, los cambios bruscos de temperatura (la humedad, la lluvia y las heladas) hacen que nuestros mayores sean más propensos a padecer enfermedades del sistema respiratorio y accidentes tanto fuera como dentro de nuestro hogar, que en la mayoría de casos pueden ser evitados con unos simples consejos y recomendaciones.
En otoño e invierno son frecuentes los brotes de gripe. Es importante no olvidarse de vacunarse y seguir los consejos que nos proporcione nuestro médico, así como salir bien abrigado a la calle y tomar alimentos con vitamina C, como cítricos, kiwi, piña y las verduras de la familia de las coles. Con los catarros, tras notar los primeros síntomas debemos abrigarnos bien e inhalar vapores de eucaliptus, guardar reposo, tomar mucho líquido a través de sopas, caldos, infusiones, zumos de fruta… y sudar. En este sentido, tomar antibióticos sin prescripción médica es contraproducente.
Esta época del año es también la que registra la mayor cantidad de accidentes relacionados con estufas y braseros, especialmente los de carbón, por lo que es preferible evitar su uso. En general debemos extremar la atención durante su utilización, no olvidemos ventilar la estancia de manera suficiente y apagar el aparato cuando no vayamos a estar en la estancia. Fuera de nuestro hogar, deberemos vigilar nuestros pasos con las placas de hielo.
Por último, debemos prestar atención a nuestra alimentación, ya que podemos potenciar nuestro sistema inmunológico eligiendo bien nuestros alimentos. Las verduras de invierno como las acelgas, espinacas, calabaza, coles, champiñones, guisantes, por citar algunas, nos ayudarán a la prevención de los resfriados, del mismo modo que las vitaminas presentes en la fruta.
Artículo “Cuidados de nuestros mayores en invierno” Lee el artículo original en el siguiente enlace:
http://www.sabervivir.es/mayores/consejos-para-mayores/cuidados-de-nuestros-mayores-en-invierno